Folklore Vs. Golbalización
Conclusiones emanadas de las “Primeras Jornadas del Folklore – Salta 2009”
El término "globalización" ha merecido en los últimos tiempos la atención de los estudiosos e investigadores del mundo. Unos consideran que la globalización es un proceso benéfico -una clave para el desarrollo económico, a la vez que inevitable e irreversible-. Otros la ven con desconfianza, incluso temor, debido a que consideran que suscita una mayor desigualdad dentro de cada país y entre los distintos países, amenaza las fuentes de trabajo y las condiciones de vida y obstaculiza el progreso social y fundamentalmente interfiere en las culturas regionales.
Una comunidad está constituida de acuerdo a ciertas creencias, valores y preceptos, los cuales han sido cultivados por generaciones para mantener la identidad colectiva de esa comunidad. La transmisión de ese legado es parte de lo que diferencia a una sociedad de otra y en cierta forma ese conjunto de preceptos son los que caracterizan o identifican a un grupo social de otro.
Pero frente a la globalización, esta herencia empieza a tener serios problemas para mantenerse intacta. Los cambios promovidos por la cultura global atacan la diversidad cultural con el fin de homogeneizar sus costumbres, creencias y valores.
Los medios de comunicación privilegian y difunden los valores y creencias estándares que el mundo occidental y globalizado considera los apropiados y por tal motivo las personas, y en especial, las nuevas generaciones están expuestas a estas influencias,
La UNESCO plantea que la homogeneización de la cultura es uno de los grandes peligros de la globalización. O sea el dilema presente se encuentra polarizado por la homogenización cultural frente a la diversidad cultural.
Este ataque a las culturas nativas no ha sido paulatino ni racional en todos los casos, sino que por el contrario, ha sido repentino y abrupto. En los últimos veinte años el mundo ha cambiado radicalmente por causa de los avances de la tecnología y fundamentalmente por la llegada de internet.
Las consecuencias apenas se empiezan a notar, antropólogos, historiadores, filósofos y pensadores, se preocupan por explicar los impactos tangibles que tanto las sociedades y las culturas reportan como peligrosos e irreversibles a sus tradiciones.
Las culturas tradicionalistas o divergentes a la occidentalización se sienten amenazadas ante tal situación, intentan preservar a toda costa la acumulación de conocimientos propios, pero no es posible encerrar en una cúpula de cristal al bagaje cultural.
Causas de la Globalización:
Económicas:
1. La mundialización de la economía.
2. la fragmentación geográfica de la producción,
3. la mejora del comercio internacional.
4. la mejora de la financiación global y de las nuevas alianzas estratégicas entre el capital y la tecnología.
Tecnológicas:
1. La importancia del factor conocimiento y en concreto la innovación.
2. La cobertura planetaria de las comunicaciones. Los satélites orbitales y las nuevas redes están cambiando radicalmente el panorama de las telecomunicaciones, produciendo cambios transcendentales.
3. La eclosión de nuevas e importantes tecnologías en las dos últimas la informática, la biotecnología, la nanotecnología o la inteligencia artificial.
Políticas:
1. la apertura de fronteras,
2. la pérdida de poder de los estados nacionales.
3. El control de la economía de las compañías multinacionales
Por lo descrito anteriormente, hoy se habla de una nueva era a partir de 1980 por causa del auge de las comunicaciones las cuales acortan las distancias territoriales y lingüísticas-culturales, no existe problema con los horarios, e incluso reduce los espacios físicos permitiendo acceso a un libre flujo de información;
Es importante resaltar que en la actualidad, más del 80% de los habitantes de los países desarrollados utilizan computadoras a diario, ya sea en su trabajo o en su hogar. Las computadoras han permitido un rápido desarrollo de otras tecnologías, como la robótica y las telecomunicaciones.
Puede decirse que han cambiado radicalmente nuestra forma de vivir. Una fusión explosiva del video, el audio, el teléfono y la computadora sobre la base de este proceso se encuentra la nueva capacidad de transformar toda comunicación en información digital. De enviarlas a través de las líneas telefónicas o cable, de almacenarla mediante software. Nuevos alambrados de fibra óptica, nuevas técnicas de conmutación, y nuevos desarrollos en la informática están creando un mundo sobrecargado de información.
Una cosa es segura, que el resultado ha sido que éstas tecnologías emergen como instrumentos transversales a la sociedad, es decir, penetran y se integran prácticamente en todas las actividades y hoy no es posible prescindir de ellas, puesto que en sí mismas pautan el tiempo, la manera de trabajar, aprender, comunicarse y de gobernar.
Ahora bien, la pregunta clave sería si estas nuevas tecnologías de la información sirven para menguar la pobreza en los países emergentes.
La respuesta es que las Tecnologías de Información y Comunicación no son una panacea para solucionar todos los problemas del desarrollo, tales como la pobreza. Por ello, las políticas dirigidas en su desarrollo deben ir acompañadas de estrategias que reduzcan la sustancial brecha entre los que tienen y no tienen conocimiento e información. En pocas palabras la globalización en este sentido recrudece la desigualdad social y la exclusión en los países pobres del mundo, acentúa la trasculturación, y multiplica la cultura del consumismo compulsivo y la estrategia comercial de la industria del entretenimiento fomentando adicciones o conviertiendo a los ciudadanos-consumidores en sujetos pasivos.
Entonces: La globalización es y será una amenaza pero también una oportunidad.
Llegado este momento, hay que preguntarse que hacer?, que camino seguir? Ya que hasta ahora pocos han podido aprovechar sus bondades y la mayoría han pagado sus consecuencias.
Consecuencias nocivas de la globalización (homogenización cultural)
Pero la globalización no produce un efecto de transculturación puesto que no existe interacciones culturales confrontadas donde se produce un proceso de mutua influencia, donde el intercambio da por resultado una nueva cultura o neocultura.
En este caso la globalización trae consigo la pérdida de la cultura original al momento de adoptar la cultura impuesta y ya sea de manera voluntaria o impuesta, la implantación significa forzosamente quitar y poner algo sin necesariamente pasar por un proceso de interrelación entre culturas. Esto se denomina aculturación.
La globalización puede ser considerada como la imposición de una cultura única y hegemónica, válida por estar respaldada por la ciencia, la tecnología y los valores liberales, con la finalidad de implantar una sociedad universal y planetaria (cultura occidental).
Está pasando y fundamentalmente en las grandes ciudades latinoamericanas, que las nuevas generaciones ya globalizadas sin legado cultural heredado parten casi de cero y sin posibilidades de crear su propio futuro cultural. Sin un pasado que marca un sentido ético y moral los jóvenes de hoy encaran al mundo con una utópica amoralidad donde el “sálvese quien pueda” determina su devenir.
Como encarar la globalización:
En ciertos aspectos, la globalización es indetenible, vital y hasta necesaria. No debe ser vista, en todos los aspectos, como un enemigo a enfrentar; como hemos visto en ciertos aspectos nos amenaza y en otros presenta oportunidades.
Se debe analizar cada caso para tomar las decisiones adecuadas. Una oposición directa y simple, ayuda poco. La estrategia debe ser la negociación, y no el enfrentamiento en todo momento.
En lo cultural el pluralismo es la mejor opción para defender el multiculturalismo o diversidad cultural ante una homogeneización. Sin caer por un lado en el relativismo ni tampoco por el otro en el absolutismo.
El pluralismo según León Olivé (1999) evita los dos extremos y alienta la interacción armoniosa y creativa de las culturas en función de preservar su propia identidad y enriquecerla en base a la diversidad. Se toma en cuenta que el liberalismo justifica las políticas intervencionistas en la cultura (Joseph Raz, 1994), en aras de las libertades individuales y los valores que según él son absolutos e universales y que podrían ser válidos para cualquier cultura en cualquier tiempo y lugar. También es cierto que toda cultura merece ser respetada, los derechos humanos, basados en nociones de dignidad y necesidades básicas representan legítimas finalidades que cualquier cultura acepta como verdad fundamental y por tanto cada cultura busca su identidad y protege su derecho a ser respetada y valorada.
A manera de Conclusión
Es un hecho que la globalización cultural no es únicamente un problema derivado de la extensión contemporánea de las redes tecnológicas de comunicación. Esta es apenas una de las facetas de una dinámica integradota de las economías y las culturas, cuyos antecedentes se remontan que se han sucedido en la historia de Occidente.
Ante esta magnificación de las tecnologías de información y comunicación (TIC), debemos imaginarnos qué representó para el hombre la aparición de la escritura, la imprenta, el telégrafo, el teléfono, el radio; pero más aún el televisor. El telégrafo y luego el teléfono representaron verdaderamente el primer salto en el dominio del tiempo y el espacio. Pero no por esto podemos negar que la aparición de estos medios han debido representar una revolución tecnológica.
Finalmente, si tomamos conciencia que no se puede frenar al invasor – hay que utilizar sus propias armas para detenerle – la ciencias de las comunicaciones debe ser utilizada para preservar, conservar, proteger, divulgar y poner en valor el patrimonio cultural de los pueblos.
Las herramientas que nos da la misma globalización quizás sea la clave de la defensa de nuestra cultura.